Los apuros de tiempo, y los nervios le costó la partida a Ding Liren.

Una dolorosa derrota por una grave equivocación en los apuros de tiempo, después de tener una posición cómoda y peligrosa con las piezas negras, significó la victoria para el ruso en 37 movimientos, tras casi cuatro horas de lucha. El marcador, a falta de siete partidas, favorece a Nepomniachtchi por 4-3.

La estrategia pre partida de Ding fue excelente, jugando la defensa, Francesa, que su adversario no esperaba. 

El arsenal teórico del ruso, con su compatriota Vladimir Kramnik como jefe de analistas, es extraordinario, pero no puede preparar y recordar todas las aperturas. Ding Liren quería que la partida volviera a transcurrir por senderos en los que es más importante el talento que los libros. Y así fue durante buena parte.

«Le comenté a Richard (Rapport, su analista), medio en serio medio en broma, que iba a jugar la Francesa. Él se lo tomó en serio y me dijo que podía probarla para sorprender a mi rival», declaró Ding Liren en la conferencia de prensa. Y así fue, ante un Nepomniachtchi que eligió una variante muy segura, que ya había jugado por internet, en la que la ventaja blanca era muy pequeña.

El chino no tuvo mayores problemas para igualar e incluso lograr una prometedora posición tras sacrificar calidad en la jugada 20 y quedarse con peón de más y la pareja de alfiles. «La partida fue extremadamente tensa. Creía que estaba bien, pero después de la fantástica 21…Ad6, no sabía qué jugar y entré en una posición en la que estaba un poco peor», declaró Nepomniachtchi.

Los apuros de tiempo comenzaron a ser preocupantes para Ding, con 23 minutos para realizar 19 movimientos. La situación no era fácil para Nepomniachtchi ante un Ding que jugaba ambiciosamente. Con apenas 40 segundos en el reloj para 7 jugadas, el chino cometió un grave error 33…Td3, quizás fruto de una alucinación de ataque ganador o de jaque perpetuo contra el rey contrario, que prácticamente significaba inclinar el rey como así ocurrió cuatro movimientos más tarde.

Una derrota que el perdedor resumió así: «Creo que no jugué tan mal, pero al final arruiné las cosas: simplemente no pude encontrar la continuación correcta». Un día que llevaba camino de convertirse en una tortura para Nepomniachtchi terminó convirtiéndose en una pesadilla para Ding Liren. 

Le compartimos la partida comentada.

 

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