Ding Liren estuvo cerca de ganar pero falló en el momento clave

 

La octava partida del Campeonato del Mundo concluyó en tablas en 45 movimientos tras más de cuatro horas de lucha. El marcador del encuentro que se disputa en Astaná (Kazajistán), y a falta de 6 partidas, favorece a Nepomniachtchi por 4,5-3,5.

El ajedrez es cálculo no azar, pero como decía el alemán Emanuel Lasker, segundo campeón del mundo y que tiene el mejor registro en años en posesión de la corona (1897-1920), se juega contra hombres y su psicología. Esto se notó en la octava partida, donde Ding tuvo ventaja decisiva en tres ocasiones, en una posición muy ambiciosa y complicada fruto de la defensa Nimzoindia, y Nepomniachtchi se defendió bien en todas las ocasiones hasta que realizó una mala jugada (31…Dh4) pero a sabiendas que era una posición casi imposible de analizar con poco tiempo. Un riesgo, más parecido al póquer que al ajedrez,  que le dió frutos pues su rival no acertó con la jugada ganadora.

Un fallo de Ding, que con el recordatorio de la partida anterior en que perdió en posición ganadora, dejó el riesgo para otro día y optó por la continuación más tranquila que significaba mantener una mínima ventaja. La cual no pudo materializar.

«Era más o menos consciente del sacrificio de pieza en esta popular línea de la Defensa Nimzoindia, son muy divertidas de analizar, pero no tanto de jugar», comentó Nepomniachtchi. «No sé por qué de repente me sentí demasiado ambicioso e hice algunos movimientos horribles que casi me cuestan la partida; luego tuve suerte», añadió.

Por su parte, Ding declaró: «No analicé con más profundidad la posición porque no tenía mucho tiempo, y considerando la derrota anterior quería jugar rápido para no apurarme de tiempo».

A pesar de su esfuerzo fue algo que Ding Liren no puedo evitar ya que sólo dispuso de 5 segundos para alcanzar el control de la jugada 40. «Es una pena que hoy no haya logrado un resultado más positivo», concluyó manifestando el chino.

Le compartimos la partida comentada.

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