Un empate sin muchas emociones

La jornada épica de la sexta partida, con victoria de Carlsen en 136 movimientos, todo un récord desde que se creó el título de campeón del mundo en 1886, dio paso a un día muy tranquilo con una partida que concluyó en tablas tras 41 jugadas en 2 horas y 30 minutos.

Un juego sin historia en el que Nepomniachtchi no consiguió nada con las piezas blancas y la apertura española después de variar el rumbo en comparación con el 3º y 5º. La partida podía haber concluido con el reparto del punto en la jugada 24, perola regla de Sofía, que impide acordar las tablas antes de la 40, obligó a los dos contendientes a prorrogar innecesariamente la lucha.

Carlsen, como declaró en su comparecencia ante los periodistas, estaba cansado y no pudo dormir la noche anterior después de la emoción de la victoria y tantas horas de tensión, pero se consolaba pensando que para Nepomniachtchi debía de haber sido peor. Y tal como transcurrió la partida, parece que tenía razón en su análisis. El ruso apenas consiguió nada con la variante anti-Marshall elegida.

Aunque el noruego empleó bastantes minutos en su undécimo movimiento, no fue tanto por verse sorprendido si no por recordar todos los análisis y preparación anterior. Una vez con todo claro, Carlsen no tuvo ningún problema en equilibrar absolutamente la contienda. Y el resto fueron cambios y más cambios hasta llegar a un final casi simétrico de torre y 3 peones contra torre y 3 peones.

Les compartimos la partida comentada.

 

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